sábado, 22 de octubre de 2011

La "muerte" ronda Guadalajara

Nadie se escapa de la "muerte", que alegre ronda desde hoy las calles y plazas públicas de la ciudad de Guadalajara, donde se celebran estos días los Juegos Panamericanos.

Las "catrinas", las "calacas" y "las huesudas", esculturas de tamaño humano y que representan a la muerte, invaden el centro histórico de esta urbe vestidas con sus uniformes deportivos y coloridos trajes típicos, como parte de la exposición "Catrinas panamericanas".

"María, la ciclista" pedalea veloz su bicicleta azul, una calavera de tae kwon do logra el equilibrio, mientras da una patada con sus piernas flacas, "Delfina", se dispone a darse un "chapuzón" en una piscina con su bañador rosa y un flotador rodeando su esquelética cintura.

Una "catrina" futbolista hace una "chilenita" a ras de cancha, vestida con uniforme negro de flores multicolor. Frente a la Catedral metropolitana, una "calaca" de trenzas oscuras hace un homenaje a los atletas que competirán en los Parapanamericanos.

A propósito de la justa continental, las piezas son expuestas en los principales sitios turísticos de Guadalajara y el municipio de Tlaquepaque, una de las subsedes de esta competición deportiva.

Las esculturas fueron elaboradas por artesanos locales con la antigua técnica del papel maché, para el que utilizan papel periódico o cartón, pegamento casero a base de harina de trigo y agua, así como pinturas vegetales.

Las figuras retoman la figura de "La Catrina", creada por el famoso grabador mexicano José Guadalupe Posada y utilizada para representar a la muerte en los altares y festividades de Día de Muertos que se celebra el 2 de noviembre en todo México.

Y es que la cultura mexicana se mofa de la muerte y la convierte en un objeto de diversión y culto.

Nadie teme a un recorrido nocturno por alguno de los cementerios de la ciudad, que comenzaron antes de dicha celebración con motivo de los Panamericanos.

El de Belén, con más de 200 años de antigüedad ubicado en el centro de la ciudad, recibe en esta época a los curiosos que quieren conocer las leyendas que le han dado fama por generaciones.

A medianoche, niños y adultos se adentran en sus oscuros pasillos para escuchar cómo un vampiro fue enterrado en ese camposanto y luego se convirtió en un árbol del que brota la sangre de sus víctimas, si alguien osa cortar un pedazo de su tronco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario