La audiencia superó el anterior récord de 215 millones de televidentes durante los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
El aumento de la audiencia justificaría, al menos desde el punto de vista económico, la controvertida decisión de la emisora estadounidense NBC de mostrar la mayoría de las competencias más populares en diferido en el horario de máxima audiencia ("prime time"), en lugar de en vivo.
En vista de los niveles de audiencia, NBC, que pagó 4.400 millones de dólares por los derechos de televisación hasta 2020, podría haber logrado una ganancia con los Juegos Olímpicos de Londres. "Existe una pequeña probabilidad de que hayamos ganado un poco de dinero. Lo sabremos en las próximas semanas", dijo el presidente de NBC Sports Group, Mark Lazarus, al The Hollywood Reporter.
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