Tenía apenas dos años, ensayó en la piscina de la casa de su tío y estuvo a punto de ahogarse, un comienzo atropellado para Thiago Pereira, brasileño, flamante subcampeón olímpico de natación.
“Tal vez, allí nació la persona que soy, fanático de las brazadas y de pasarme el 50 por ciento de mi vida en el agua”, dijo sonriente el joven de 26 años oriundo de Volta Redonda e integrante del Sport Club Corinthians Paulista de Sao Paulo.
En un accidentado diálogo, matizado por la diversidad de idiomas y el acecho permanente de colegas del gigante suramericano, Súper Thiago, como lo llaman, destacó que para Londres 2012 hizo una preparación minuciosa.
“Nos propusimos un plan con mi entrenador Albertinho Silva sin pensar en una estrategia específica para los 400 metros estilos, prueba que estaba claro veríamos a los grandes del mundo, los estadounidenses Michael Phelps y Ryan Lochte”, explicó.
“Luego la tarea fue más fácil de lo esperado”, ironizó al subrayar que fue muy extraño no tener a Phelps (4,09,28) en el podio de premiación en una carrera en la cual el Tiburón de Baltimore fue cuarto, superado también por el japonés Kosuko Hagino (4,08,94).
Lochte paró los cronometros en 4,05,18 por 4,08,86 Súper Thiago, quien se apoderó del segundo escalón en el Acuatic Centre de Londres 2012 en la tercera piscina (250 metros) y no lo volvió a perder.
Deportista del Año en 2007 de Brasil, Pereira remarcó que al igual que hizo anteriormente, su preocupación principal es estar enfocado en el objetivo de registrar una marca de rango mundial.
4.08.86 es la marca que le permitió llegar en segundo lugar en los 400 metros estilos.
"Todo lo que conseguí, fue en base a mucho trabajo, a las horas de entrenamiento que han sido la receta para llegar lejos en el deporte”.
Thiago Pereira / NADADOR BRASILEÑO
El brasileño se tenía fe
Un ganador
Cuarto en 200 en Atenas 2004 y otra vez cuarto en 200 y quinto en 400 en su especialidad de los cuatro estilos en Beijing 2008, el brasileño había adelantado tras las eliminatorias que tenía confianza en batirse por las medallas.
“Yo creo que es el premio al esfuerzo y la constancia de dos horas de entrenamiento matutino que se duplican en tres sesiones semanales”, confesó a Prensa Latina.
“Es una felicidad enorme recibir una presea en los Juegos Olímpicos, por fin, y la continuidad a los éxitos de los Panamericanos de Guadalajara 2011 (donde conquistó seis medallas, cuatro de ellas de oro)”, añadió.
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