Con un guion poco efectista, sin grandes emociones hasta que el exremero británico Steve Redgrave, oro olímpico cinco veces consecutivas, y un grupo de jóvenes deportistas encendieron el pebetero pasadas la una y media de la madrugada en España, Londres se ocupó de gestionar a conciencia su postal más turística. Como una noche por Picadilly. Con su película más tradicional, la sede olímpica apenas hizo guiño alguno al futuro y tiró de catálogo, de archivo. Más de tres horas de espectáculo con 15.000 figurantes en el escenario y sin notas que sorprendieran. Como muestra: los acordes de Carros de fuego. Un guion previsible para brindar por unos Juegos abiertos a lo imprevisto, en los que participarán más de 10.000 atletas de 205 comités olímpicos, el evento más global del planeta. No hay mayor catalizador universal que el deporte.
sábado, 28 de julio de 2012
El Londres más popular
Con un guion poco efectista, sin grandes emociones hasta que el exremero británico Steve Redgrave, oro olímpico cinco veces consecutivas, y un grupo de jóvenes deportistas encendieron el pebetero pasadas la una y media de la madrugada en España, Londres se ocupó de gestionar a conciencia su postal más turística. Como una noche por Picadilly. Con su película más tradicional, la sede olímpica apenas hizo guiño alguno al futuro y tiró de catálogo, de archivo. Más de tres horas de espectáculo con 15.000 figurantes en el escenario y sin notas que sorprendieran. Como muestra: los acordes de Carros de fuego. Un guion previsible para brindar por unos Juegos abiertos a lo imprevisto, en los que participarán más de 10.000 atletas de 205 comités olímpicos, el evento más global del planeta. No hay mayor catalizador universal que el deporte.
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