Con parciales de 25-23, 25-19 y 25-19, el equipo ruso dejó sin oportunidad de reacción a Brasil y sumó su tercera Liga a las conseguidas en 2002 y 2011.
Como ocurrió en esas oportunidades, Rusia festejó en la vigésima cuarta edición de la Liga tras vencer a los sudamericanos en la final.
Brasil no pudo sumar su décimo título y volvió a caer ante el mismo rival que lo venció en la final olímpica de Londres 2012.
El opuesto Nikolay Pavlov fue el máximo anotador del partido con 22 puntos.
En el primer set, Brasil arrancó con un parcial a favor pero rápidamente con la dupla del opuesto Nikolay Pavlov y el receptor-punta Evegeny Sivozhelez, los rusos nivelaron el marcador.
En la segunda manga, Rusia comenzó aplomado y aprovechó las falencias ofensivas de su rival, fundamentalmente de Wallace y Lucarelli.
En el tercero no cambió el rumbo del juego y Rusia selló el triunfo. Rusia superó así el estigma de cinco finales perdidas y por primera vez ostenta el reinado olímpico.
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