En solo, en libre, en la rutina técnica o en un ejercicio libre y también, como ayer, por equipos.

En solo, en libre, en la rutina técnica o en un ejercicio libre y también, como ayer, por equipos. Las rusas son inalcanzables, lo volvieron a demostrar hoy en otro ejercicio que rozó la perfección que les dio el oro por delante de España y de Ucrania.

El tópico de la falta de creatividad en sus ejercicios lo han dejado atrás. Ayer, por ejemplo, firmaron un ejercicio magnífico, una recreación de un parque jurásico con una espectacular puesta en escena.

Además su técnica es exquisita y están a mucha diferencia del resto, como refleja la puntuación obtenida ayer (97,400 puntos) y la diferencia respecto al segundo equipo, el español, que se quedó a 2,170 puntos y sumó su sexta medalla en estos campeonatos.

Las rusas bordaron otro espectáculo en el agua del Sant Jordi. Interpretaron un número que conocen bien, agotado seguramente para el próximo ciclo olímpico, que llevan tiempo mostrando al mundo, pero que no deja de sorprender actuación a actuación por su perfección.

Su hegemonía no parece tener fin. Desde que decidieron imponer su dictadura en esta disciplina, aprovechando la base de la gimnasia, la natación y las acrobacias -de lo que presume en abundancia y calidad el deporte ruso-, las soviéticas han dominado la sincronizada.