Estados Unidos ha recuperado la corona mundial del baloncesto femenino al imponerse en la final de República Checa 2010 al conjunto anfitrión por 89-69. El equipo norteamericano fue muy superior, aunque las checas, que soñaban con repetir sorpresa, se fueron al descanso con sólo cinco puntos abajo.
Las jugadoras locales, constantemente apoyadas por su afición, que llenó las gradas, por momentos soñaron con agrandar el éxito. La República Checa, que en la segunda fase del torneo había caído con claridad ante España, plantó mucha más batalla de la esperada en la primera mitad porque no permitía el despegue definitivo de las estadounidenses, que no obstante mandaron constantemente en el marcador.
Los intentos de escapada de Estados Unidos fueron respondidos por las lanzadoras checas, que consiguieron igualar la contienda al descanso (40-35) y más aún a la vuelta de los vestuarios con una canasta de Peckova (40-37).
Pero Taurasi, con un par de triples consecutivos, alejó los fantasmas de la sorpresa y la República Checa comenzó a despertar del sueño (49-39) ante un rival, ahora sí, arrollador.
El despegue estadounidense fue tan contundente que al finalizar el tercer cuarto el partido estaba sentenciado (74-52). El último parcial no sirvió más que para que el público homenajease a sus jugadoras.
Estados Unidos administró su ventaja y mucho tiempo antes del final ya pudo festejar el octavo título de su historia en un mundial en el que se ha mostrado muy superior a todos los demás equipos.
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