Mientras las bombas de la OTAN siguen cayendo sobre Trípoli y no se avista por el momento el fin de las operaciones militares en ese país, la posibilidad de que el primogénito del coronel Gadafi, Muhammad, asista en Londres a los Juegos Olímpicos (JJOO) es un quebradero de cabeza diplomático, según el periódico.
Los organizadores de los JJOO de Londres están obligados a vender entradas a Libia porque ese país sigue siendo miembro del COI pese a las sanciones de la ONU.
El propio coronel Gadafi no podrá asistir de cualquier forma a los Juegos ya que pesa sobre él la prohibición de viajar y una orden de detención internacional.
“El Comité Nacional Olímpico Libio, y no un particular, recibió varios centenares de entradas, que ellos tendrán que distribuir entre las organizaciones y los deportistas de ese país”, aseguró una portavoz.
Zimbabue y Birmania, cuyos regímenes autoritarios han sido igualmente condenados por occidente, también recibieron entradas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario