La banda sonora de ‘Con faldas y a lo loco’ fue la apuesta segura de la rusa. Infalible, vistosa, elegante. Romashina, que lleva más de ocho años en la alta competición, se ha colgado la tercera medalla de oro en este Mundial y seguramente hoy, en el dúo libre, completará su particular póquer.
La moscovita se ha convertido en la heredera natural de las mejores solistas rusas de la historia. Firmó un esplendoroso ejercicio. Eléctrica, sin errores, vigorosa, atlética, a la rusa, 173 centímetros y 57 kilogramos de pura fibra, no parecen pesarle los días de competición.
Sonido clásico norteamericano para volver a mostrar al mundo su reinado. Su puntuación, que en el preliminar alcanzó los 96,930 puntos, se fue hasta los 97,340 puntos en la final.
A sabiendas de quien iba a ocupar la primera plaza de antemano, la emoción se centró en los dos escalones inferiores del podio. La china Xuechen Huang, mucho más descansada que Ona Carbonell, que lo ha nadado prácticamente todo hasta ahora, estuvo muy suelta.
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